El Señor Fantasma silbaba de alegría mientras metía sus cosas en la maleta. Por fin habían llegado las vacaciones, y como todos los años, se reunía con su familia en los Alpes suizos. Allí, en la enorme casa familiar que tenían en la montaña, se juntaban para pasar la navidad y comían, bebían, cantaban, bailaban, hacían excursiones, y sobre todo... esquiaban!
¡Hola guapa! Muchas gracias por pasarte por mi blog y por tus palabras ¡me he emocionado y todo!
ResponderEliminarPor cierto me gusta la ropita que haces :o)
¡Un besito gordo!