miércoles, 3 de agosto de 2011

feliz



Al Señor Fantasma se le veía feliz. Y no solo se le notaba por el brillo de sus ojos, por su sonrisa y porque silbaba a todas horas,  se le notaba también porque se afeitaba mas a menudo, olía a colonia y había colocado cortinas y flores de muchos colores en las ventanas de su nueva casa. Matilde lo tenía claro:
¡El Señor Fantasma estaba enamorado!

No hay comentarios:

Publicar un comentario