sábado, 15 de diciembre de 2012

EL RINCÓN DE MANOLO

En la calle mayor se agolpaban en hilera casi todos los comercios del pueblo. Sin duda, el local favorito de Matilde era el último de la fila.
Se llamaba el rincón de Manolo y estaba regentado por la familia García.
Era una tienda muy especial, donde no vendían ni pan, ni leche, ni jabón. ¡No! Allí vendían cosas importantes: abrazos y besos, sonrisas, ilusiones, sorpresas, días soleados, miradas risueñas, capas con superpoderes, mapas de tesoros,…
¡Y todo lo tenían al peso o en conserva!

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