Matilde abrió el grifo y comprobó que, tras varias horas de
corte general por una avería, de nuevo tenían agua. Aquello le recordó una
historia vivida en África:
"La primera mañana de su estancia en una remota aldea Dogona cogió un cubo y, junto con el resto de mujeres y niños de la casa, fue hasta el pozo para llenarlo de agua. Una vez allí, una de
las mujeres enseguida se dio cuenta de la torpeza de Matilde manejando el
cubo y le preguntó extrañada cómo lo hacía ella en su casa. A lo que Matilde,
avergonzada, mintió diciendo que ella vivía junto a un río!"
¿Cómo iba a explicarle
a aquella mujer, que vivía en una casa de adobe y paja en un lugar remoto, sin luz, ni agua, ni aseo..., que ella en su cocina tenía un grifo del que brotaba
siempre agua para beber, que tenía una lavadora para lavar la ropa, un
lavavajillas para los platos, y que en el baño había una ducha de la cual salía agua a la temperatura
deseada con solo mover una ruleta, o incluso que había una cisterna llena de
agua potable para evacuar los excrementos…?
Entonces el mundo le pareció tan desproporcionado...
Entonces el mundo le pareció tan desproporcionado...
Me recuerda cuando estuvimos en los campamentos saharauis de Tindouf.
ResponderEliminarPues esto ocurrió en el País Dogón (Mali), cuando el país estaba en paz, el clima había sido bueno, las cosechas prósperas y el futuro parecía prometedor. Matilde sabía que, hoy en día, las cosas estaban mucho peor!
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