CON LA SUERTE EN LOS BOLSILLOS

Irene, la sobrina pequeña del Señor Fantasma, había venido a pasar unos días de vacaciones a casa de Matilde. Era una niña de ojos chiquitines y mejillas sonrosadas y por eso todos le llamaban Muxugorri. 
El lunes por la mañana dió de comer a los animales, tendió la ropa al sol y recogió la fruta madura. Matilde pensó que aquello merecía una recompensa, así que le dió unas monedas para ir a comprar un helado. El señor Fantasma sugirió bajar al pueblo por el camino del bosque y así aprovechar para recoger unas flores. A Muxugorri le pareció una idea estupenda y se fueron los dos cogidos de la mano. A mitad de camino escucharon un lejano cu-cu... Se acercaron un poco y prestaron mucha atención. Entonces lo oyeron claramente: CU-CU, CU-CU...
 Era el cuco! Habían escuchado al cuco!  
Muxugorri se llevó las manos a los bolsillos, sacó las monedas que Matilde le había dado para el helado y enseguida en su cara se dibujó una enorme sonrisa.  
El abuelo Bernardo siempe decía que quien escuchaba al cuco con dinero en el bolsillo tenía asegurado un año de bienes!!